Hoy, la noticia que nos llega desde Palma no deja indiferente a nadie. Un hombre de 68 años, conocido como Felipe G.A., se enfrenta a una dura petición de 28 años de cárcel por abusos sexuales y vejaciones a tres menores. Los hechos, que datan desde 2018 hasta su arresto en 2021, son escalofriantes: el acusado obligó a las chicas a participar en prácticas sadomasoquistas que dejan claro el horror que tuvieron que vivir.
Este individuo ya tenía antecedentes por delitos similares, lo que hace aún más evidente la necesidad de poner fin a estas conductas aberrantes. La acusación pública habla de una red de corrupción donde muchas víctimas eran chicas de centros tutelados. No está solo en esta trama; junto a él hay cuatro coacusados más -dos hombres y dos mujeres- con quienes comparte un oscuro destino judicial: un total de 47 años de prisión se reclaman para todos ellos.
Una historia trágica tras otra
Durante la vista previa celebrada este lunes en la Audiencia Provincial, se evidenció la falta de acuerdo entre las partes. El juicio se celebrará pronto y esperamos que se haga justicia. En el escrito del Ministerio Fiscal se menciona cómo dos mujeres facilitaron el contacto entre una menor y adultos para ejercer la prostitución, algo absolutamente inaceptable.
El principal acusado no solo abusó sexualmente de las menores, sino que además exigía prácticas humillantes. A veces pedía cosas tan extremas como ser pisado o quemado con cera caliente por las adolescentes. Otro procesado también es señalado por haber intentado mantener relaciones sexuales con una menor sabiendo perfectamente su edad; esto podría costarle otros cinco años tras las rejas.
No podemos quedarnos callados ante estas atrocidades. La sociedad tiene que reaccionar y exigir medidas contundentes para proteger a nuestros jóvenes. Este caso es un recordatorio doloroso pero necesario sobre lo lejos que tenemos que llegar para garantizar su seguridad.