Todo comenzó en la tranquila localidad de Capdepera, donde este pasado domingo, la calma se vio interrumpida por un violento intento de atropello a varios agentes de policía. La imagen del estado de uno de los vehículos oficiales, impactado por una bala, es más que elocuente y refleja la tensión que se vive en las calles.
Los investigadores de la Guardia Civil están tras la pista de dos coches alquilados: un Seat León blanco y un Cupra Formentor, ambos protagonistas de una historia que ha dejado a todos con el corazón en un puño. El primero, ocupado por jóvenes alocados, decidió saltarse un control y no sólo eso, sino que recibió tres disparos mientras intentaba escapar. El segundo vehículo está relacionado con varios robos recientes en la zona.
Búsqueda intensa y medidas extremas
La mañana del lunes fue agitada para los agentes, quienes tomaron declaración a sus compañeros que tuvieron que esquivar ese Seat León lanzado como una flecha. Uno de ellos no dudó en disparar al vehículo cuando este intentó embestirlo en plena rotonda. La situación es crítica; estos delincuentes son considerados peligrosos y las fuerzas del orden han intensificado su búsqueda.
Todo empezó a primeras horas del domingo cuando se alertó a los policías sobre altercados protagonizados por unos jóvenes en Cala Rajada. Uno de esos coches logró escapar después de saltarse otro control en Son Servera. Tras una hora, recibieron aviso nuevamente: los sospechosos se dirigían hacia Capdepera. Allí montaron controles estratégicos para intentar detenerlos.
Poco después vieron al Seat León; le dieron el alto pero lo único que obtuvieron fue una embestida hacia ellos. En medio del caos, los disparos resonaron mientras el coche huía entre maniobras peligrosas. Y todo esto sin olvidar al conductor del Cupra Formentor, quien ya había escapado anteriormente tras otro control fallido. Aquel día terminó con un accidente donde uno de los agentes resultó herido y tuvo que ser evacuado al hospital.
No cabe duda: estamos ante una situación alarmante donde la seguridad está comprometida y las fuerzas del orden trabajan arduamente para recuperar la tranquilidad perdida.