En un rincón de la Soledat, donde muchos de nosotros hemos pasado horas charlando con amigos, la policía ha tenido que actuar. Un joven de 26 años, originario de Marruecos, fue sorprendido vendiendo hachís el pasado fin de semana. Lo curioso es que todo sucedió mientras los agentes se movían en un coche camuflado, como en una película de acción. Sin embargo, esto no es ficción; es una cruda realidad.
Un gesto sospechoso y un descubrimiento inesperado
Los policías observaban la escena cuando vieron al chico hacer un gesto extraño justo antes de subirse a su moto. En ese instante, decidieron identificarse. Tras un rápido cacheo, encontraron lo que nadie quería ver: hachís y dinero en efectivo fraccionado. Además, también apareció un teléfono móvil cuyo origen está bajo investigación.
No se trata solo de una detención más; esto refleja el problema del narcotráfico que acecha a nuestras comunidades. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que estos hechos sigan ocurriendo a plena luz del día?