Era una tarde cualquiera en Palma, cuando de repente, un estruendo rompió la calma del Passeig Mallorca. Un Volkswagen Golf, conducido a toda velocidad, perdió el control y se estrelló contra un Mazda que estaba aparcado tranquilamente. La escena fue digna de película; el Golf quedó mirando en dirección contraria, como si se hubiera dado cuenta de lo que había hecho.
El accidente ocurrió alrededor de las 16.15 y, claro, los vecinos y trabajadores no tardaron en salir a ver qué pasaba. Con un fuerte golpe resonando por toda la calle, todos sabían que algo grave había ocurrido. En el Mazda viajaban dos personas; aunque su conductor, un italiano que parecía tener suerte, salió ileso, su pareja no corrió con la misma fortuna y sufrió varias lesiones.
La reacción inmediata de los servicios de emergencia
Apenas unos minutos después del impacto, una patrulla de la Policía Local y una ambulancia llegaron al lugar para atender a los afectados. Mientras los sanitarios atendían a la joven herida dentro del vehículo medicalizado, el chico del Golf no paraba de repetirle a los agentes: “He perdido el control”. Era evidente que estaba abrumado por lo sucedido.
Los testigos aún comentan cómo lo vieron entrar como una exhalación en aquella recta del Passeig Mallorca. ¿Cuánto tiempo más tendremos que vivir con estas imprudencias al volante? Es momento de reflexionar sobre lo que está sucediendo en nuestras calles y exigir medidas más firmes para cuidar nuestra seguridad.