En un giro inesperado de los acontecimientos, la Policía Nacional ha puesto tras las rejas a un hombre marroquí de 46 años, acusado de vender droga en una caseta que acaba de levantarse en Son Banya. Y es que, justo esta semana, otras construcciones similares han caído como fichas de dominó. El jueves, mientras los agentes patrullaban la zona, avistaron a dos hombres que no dudaron en salir corriendo al verlos; uno logró escapar, pero el otro no tuvo tanta suerte.
Una escena preocupante
Los policías se dieron cuenta rápidamente de que algo raro sucedía dentro de la caseta. Al asomarse, vieron diversas sustancias y decidieron llamar a la unidad científica para investigar a fondo. ¿Qué encontraron? Cogollos de marihuana, cocaína, hachís y más de 80 pastillas y bebidas con viagra listas para la venta. Además, hallaron libretas llenas de anotaciones que podrían dar pistas sobre su actividad delictiva y dinero en efectivo.
Este tipo de situaciones nos hacen reflexionar sobre cómo algunas áreas se convierten en el epicentro del narcotráfico y cómo es nuestra responsabilidad colectiva exigir cambios. La lucha contra este problema sigue siendo dura y parece que hay mucho camino por recorrer.