Un juzgado de lo Penal en Palma ha tomado una decisión que, aunque dura, busca hacer justicia. Este viernes, un joven español recibió una condena de dos años y siete meses de prisión por un atraco con cuchillo en mano en un salón de juegos y un robo posterior en un restaurante, ambos incidentes ocurridos el pasado mes de enero.
La historia comenzó en la madrugada del 21 de enero, cuando este chico decidió irrumpir en un salón de juegos del barrio Son Gotleu. Con el rostro cubierto por una braga y una gorra, se acercó a la empleada y le exigió que no lo mirara a los ojos mientras la amenazaba con el cuchillo. “Dame todo el dinero que tengas”, le dijo con firmeza. Tras conseguir 2.880 euros, se marchó sin mirar atrás.
Un segundo golpe apenas días después
Poco tiempo después, específicamente el 23 de enero, volvió a actuar. Esta vez entró a un restaurante ubicado en la calle Monterrey y se llevó algo más de 400 euros junto con cuatro botellas de whisky. Para complicar las cosas, no estaba solo; tenía un cómplice cuya identidad sigue siendo desconocida.
Afortunadamente, la Policía Nacional no tardó mucho en dar con él y fue detenido al día siguiente. Desde entonces, había estado cumpliendo su condena tras las rejas hasta este juicio donde su abogada, Isabel Summers, pidió que se suspendiera la pena. Tanto la Fiscalía como la jueza accedieron a esta petición, así que poco después salió libre.
No obstante, hay condiciones: durante los próximos cuatro años deberá mantenerse alejado del delito y además realizará 180 días de trabajos comunitarios junto con un curso para sensibilizarse sobre sus acciones. Esperemos que esta experiencia le haga reflexionar sobre las decisiones que toma.