Imagina el caos en plena playa de Magaluf cuando un yate, el famoso ‘La vida loca’, se hundió justo delante de los ojos atónitos de turistas y locales. Este lujoso barco, que costaba 11.800 euros a la semana para alquilar, se convirtió en el centro de atención tras sufrir una vía de agua que lo llevó al fondo del mar.
Era un día cualquiera, pero el destino tenía otros planes. Cuatro personas estaban a bordo cuando la embarcación comenzó a irse a pique. Afortunadamente, los socorristas no tardaron en actuar. Miguel Lazareno, supervisor de la playa, fue testigo del momento en que el yate desaparecía y no dudó ni un instante en llamar al equipo de rescate del Ajuntament de Calvià.
La rápida respuesta salvó vidas
En cuestión de minutos, Juan Pablo Maroto, uno de los valientes socorristas, se lanzó al agua con su tabla para ayudar a dos tripulantes atrapados en medio del desasosiego. Con destreza y rapidez, logró llevarlos a salvo hasta la llegada del equipo especializado. Gracias a sus esfuerzos coordinados con Salvamento Marítimo, todos los involucrados pudieron salir sin daños físicos.
A pesar del espectáculo alarmante, los turistas y bañistas presentes no podían evitar mirar con curiosidad cómo este elegante yate se convertía en un recuerdo más para contar. La escena ha dejado huella entre quienes fueron testigos del suceso; afortunadamente solo queda la anécdota y las imágenes impactantes que ya están circulando por ahí.