En la tranquila Cala Millor, un suceso ha sacudido la calma habitual. En agosto de 2024, un joven de solo 20 años decidió tomar una decisión desesperada y prendió fuego al restaurante Waikiki, donde había trabajado. Lo peor de todo es que, tras cometer este acto vandálico, se dio a la fuga hacia Polonia. Pero no logró escapar del ojo atento de la Guardia Civil, que lo localizó recientemente y procedió a su detención.
Un incendio devastador
El incidente tuvo lugar en plena madrugada, a las dos de la mañana del 30 de agosto. Las llamas arrasaron completamente la barra y la cocina del local, causando daños que se estiman en unos impresionantes 300.000 euros. Además, el fuego generó una situación crítica; hubo que desalojar a unas treinta personas de edificios cercanos e incluso se reportó una persona herida que estaba durmiendo en el sótano del restaurante.
A medida que avanzaban las investigaciones, los agentes comenzaron a atar cabos y descubrieron que el autor podría ser un extrabajador del establecimiento. Este joven había decidido huir para evitar las consecuencias legales de sus actos. Sin embargo, su regreso inesperado a la isla la semana pasada no pasó desapercibido para los agentes, quienes estaban listos para actuar.
Finalmente, fue detenido como presunto responsable de un delito grave: incendio en un inmueble. Aunque después de pasar por el juzgado quedó en libertad provisional, este caso nos recuerda lo frágil que puede ser nuestra tranquilidad y cómo un instante puede cambiarlo todo.