La historia que ha conmovido a muchos en Palma empieza con un acto de brutalidad, pero termina con un toque de justicia. Un anciano de unos 90 años, que solo buscaba disfrutar de una comida tranquila en el restaurante de Son Pardo, se convirtió en víctima de una salvaje agresión el pasado sábado. Mientras estaba en el baño, un individuo le propinó una serie de golpes por la espalda y le robó su preciado Rolex, valorado en unos 50.000 euros. Tras esta escena desgarradora, nuestro protagonista quedó tendido en el suelo, sangrando y desolado.
Todo cambió cuando la Policía Nacional tomó cartas en el asunto. La rápida intervención de varias patrullas y una ambulancia hizo que el anciano recibiera atención médica casi inmediata. Los sanitarios lo trasladaron al hospital Son Espases para tratar sus heridas. Pero aquí no acaba la historia; tras hablar con los trabajadores del restaurante y algunos clientes que pudieron ver algo, la policía empezó a recoger pistas. Las imágenes de las cámaras dieron luz sobre lo ocurrido: el rostro del sospechoso quedó grabado.
La captura del delincuente
Días después, un policía fuera de servicio vio al sospechoso mientras disfrutaba de unas cervezas en una terraza cercana a la calle Aragón. No dudó ni un segundo: avisó a sus compañeros y poco después este hombre fue arrestado por robo con violencia. En su casa, los agentes encontraron no solo el Rolex robado, sino también varias armas y otras joyas cuya procedencia está bajo investigación.
Este episodio deja una profunda huella en nuestra comunidad. El hecho de que alguien pueda atacar a un anciano por un objeto material es escalofriante y nos invita a reflexionar sobre hacia dónde vamos como sociedad. Sin embargo, la recuperación del reloj es un pequeño rayo de esperanza en medio del dolor vivido.