Todo comenzó con una discusión entre vecinos, como esas que ocurren a menudo en nuestras comunidades. Pero esta vez, el conflicto se tornó violento. Un hombre de 33 años, originario de Argelia, decidió llevar su enfado demasiado lejos. En un arranque de rabia, agredió a otro y luego prendió fuego a su chabola, dejando a los vecinos atónitos ante lo que estaba sucediendo.
Era el 9 de mayo cuando la Policía Nacional recibió un aviso alarmante: un hombre amenazaba con incendiar una chabola. Al llegar al lugar, los agentes hablaron con varios testigos que rápidamente confirmaron lo peor. Días antes había estallado una fuerte discusión entre dos hombres y uno de ellos acabó herido en una pierna por golpes recibidos.
El incendio y la detención
Poco después de aquella tensa charla, los policías se encontraron ante el horror del fuego devorando una de las infraviviendas. Allí estaba él, el ahora detenido, usando un mechero para infligir más daño. Los bomberos tuvieron que intervenir para apagar las llamas que consumían lo poco que quedaba de aquel hogar.
Horas más tarde, el agredido se acercó nuevamente a los agentes para señalar quién le había causado tanto sufrimiento. Sin embargo, no lograron localizar al agresor hasta ese mismo día cuando volvió al lugar armado con su mechero y la intención clara de hacer aún más daño: “Voy a quemar todo”, dijo mientras saltaba la valla que protegía las viviendas.
Afortunadamente, los agentes no tardaron en actuar y lo detuvieron antes de que pudiera cumplir su amenaza. Una historia más que nos recuerda cómo las tensiones pueden desbordarse y transformar nuestras calles en escenarios peligrosos.