La tarde de ayer, un suceso desgarrador sacudió el barrio de Es Rafal Vell en Palma. Un hombre, de entre 50 y 60 años, se precipitó desde un cuarto piso mientras intentaba alcanzar su teléfono móvil que había caído al sobretecho. La caída, desde una altura aproximada de quince metros, dejó a todos los presentes en estado de shock.
Fue alrededor de las 17:30 horas cuando este desafortunado intento se convirtió en tragedia. El hombre decidió salir al balcón para recuperar su dispositivo, aferrándose a la barandilla y apoyándose sobre una cubierta inclinada. En un instante fatídico, el pasamanos cedió y todo se tornó gris; cayó sin poder hacer nada por evitarlo.
Rápida intervención pero final devastador
Los servicios de emergencia no tardaron en llegar. La Policía Local y Nacional, junto con el equipo del 061, atendieron rápidamente al herido en la calle Pare Marià Payeras. A pesar de que fue estabilizado para su traslado urgente al Hospital Son Espases, su situación era crítica.
Al ingresar a la UCI, el panorama no mejoró. Aunque los médicos lucharon incansablemente por salvarle la vida, poco después falleció, dejando a muchos con una sensación amarga e impotente ante lo sucedido. Un simple accidente que nos recuerda lo frágil que puede ser nuestra existencia.