En Palma, una historia insólita tuvo lugar la mañana del pasado miércoles 7. Una mujer, de apenas 28 años y originaria de Colombia, se coló en un hogar ajeno y dejó a su paso un verdadero desastre. ¿Cómo ocurrió? La noche anterior había conseguido hacerse con las llaves del propietario, algo que ahora le costaría caro.
La llamada que desató el caos
Todo comenzó cuando una llamada al 091 alertó a la Policía Nacional sobre ruidos extraños provenientes de un piso en la barriada de es Born. Cuando los agentes llegaron, se encontraron con una escena digna de película: la sospechosa estaba sentada en el sofá mientras el televisor estaba hecho trizas y varios dispositivos electrónicos y el aire acondicionado presentaban daños evidentes. Además, las paredes estaban llenas de pintadas con el nombre de otra mujer.
El propietario había conocido a esta joven unos días antes y había permitido su entrada en su casa. Sin embargo, lo que parecía ser una noche tranquila se tornó en pesadilla cuando ella abandonó el piso cerca de medianoche para regresar a primera hora del día siguiente con intenciones muy distintas.
Con sus llaves robadas en mano, entró sin permiso y comenzó a romper todo lo que encontraba a su alrededor. Cuando el hombre le pidió que se marchara, ella se negó rotundamente. Al ser entrevistada por los agentes, ofreció explicaciones confusas; argumentó haber vuelto para cobrar por unos “servicios” prestados anteriormente.
Los policías no dudaron ni un momento y arrestaron a esta intrusa por allanamiento de morada y daños. Un acto que nos recuerda lo vulnerables que podemos ser ante personas con malas intenciones. Y así es como una simple noche puede convertirse en un auténtico caos.