La tranquilidad de un día cualquiera en Palma se vio abruptamente interrumpida el pasado 27 de abril, cuando un enfrentamiento entre tres hombres en el barrio de Son Gotleu se tornó en una escena de terror. La Policía Nacional ha arrestado a un marroquí de 30 años, acusado de intentar quitarle la vida a uno de ellos, apuñalándolo hasta cuatro veces en la cabeza. La víctima, tras la brutal agresión, necesitó 27 puntos de sutura.
Un ataque inesperado
Todo comenzó como una conversación entre amigos en la calle. Sin embargo, las cosas tomaron un giro oscuro cuando otro hombre se acercó con actitud amenazante. A pesar de que los dos hombres le pidieron que les dejara tranquilos, el sospechoso no tardó en sacar un cuchillo y atacar sin piedad a uno de ellos. Imagina ese momento: un cuchillo brillando bajo el sol y cuatro puñaladas que resonaron como una sentencia.
El testigo, al ver cómo su amigo caía desplomado tras el ataque, no dudó en defenderlo y terminó con una herida en la mano. El agresor se dio a la fuga mientras varios vecinos llegaban al lugar del horror, atónitos ante lo sucedido. Una ambulancia rápidamente trasladó al herido al hospital Son Espases para recibir atención médica urgente.
A medida que la noticia circulaba, los agentes de la Policía Judicial iniciaron su búsqueda con determinación. Y fue este miércoles cuando todo cambió: gracias a las investigaciones realizadas, lograron dar con el paradero del sospechoso y detenerlo por tentativa de homicidio y lesiones.
Una vez presentado ante el juez, se dictó prisión provisional para él. Las calles no deberían ser escenario de tales actos; es hora de que reflexionemos sobre cómo podemos protegernos mejor como comunidad.