Imagina que, en un rincón de nuestra ciudad, los narcos se sienten tan seguros que se permiten burlarse del alcalde. Eso es exactamente lo que ocurre en Son Banya, donde el tráfico de drogas no solo es un negocio, sino también una forma de vida para estos clanes. Con el tiempo libre a cuestas, han decidido retar al alcalde Jaime Martínez construyendo nuevas chabolas ilegales casi a diario.
La última creación de estos grupos criminales es una caseta pintada con los colores de la bandera española, todo un guiño provocador en plena celebración del Primero de Mayo. Esta estructura, que ocupa unos 45 metros cuadrados, viene acompañada de otras dos más pequeñas. Y como si se tratara de un espectáculo flamenco, la han decorado con luces led y neones. Una escena casi surrealista.
El trasfondo político y social
En tiempos pasados, el gueto estaba bajo la influencia del PP y sus habitantes votaban sin dudarlo por ellos. Pero las tornas han cambiado; desde que ‘El Charly’, ahora tras las rejas por narcotráfico, coqueteó con Vox, los vecinos dieron un giro inesperado hacia el partido de Abascal. En este nuevo escenario político, el enfrentamiento entre Martínez y los clanes parece no tener fin.
Aquí nadie quiere dar su brazo a torcer. Los residentes parecen desinteresados por lo que haga o diga el PP, lo cual complica aún más las cosas para el alcalde. Sin un mediador claro como sucedía antes en otras disputas similares, nos encontramos ante un callejón sin salida.
¿Y qué pasará ahora? Es difícil predecirlo. Lo cierto es que si esta situación sigue así, quizás acabemos viendo a los operarios municipales mudarse a Son Banya para derribar esas chabolas ilegales diariamente. Porque sí, también cansa ir a luchar contra lo ilegal cuando parece haber tan poco interés por parte de todos.