La historia se desenvuelve en el ajetreado aeropuerto de Palma, donde la sorpresa y la incredulidad han dejado huella tras el hurto de una joya valorada en más de 25.000 euros. La Guardia Civil no ha tardado en actuar y ha detenido a una mujer de 35 años, quien es considerada la presunta autora del delito cometido el pasado 17 de abril.
Todo sucedió en el área de Llegadas, un espacio lleno de emociones donde los reencuentros son comunes, pero también pueden esconder sorpresas menos agradables. La víctima, al darse cuenta del robo de su maleta, no dudó en presentar la denuncia correspondiente. Así comenzó la investigación por parte del equipo de Análisis Fiscal y Fronteras.
Un modus operandi bien definido
A medida que los agentes profundizaban en el caso, lograron identificar a esta pasajera procedente del Reino Unido. La estrategia era clara: un grupo organizado que actuaba como si fueran turistas despreocupados, pero cuya intención real era llevarse lo ajeno. Una vez en el aeropuerto, se repartían las funciones y se aseguraban mutuamente para llevar a cabo sus fechorías rápidamente.
Cambiaban constantemente de vestimenta para despistar a las autoridades y aprovechar cada momento para hacer su trabajo oscuro: robar. En ocasiones no pasaban más de dos horas dentro del mismo aeropuerto antes de huir hacia nuevos destinos con su botín bajo el brazo.
No cabe duda que esta situación nos lleva a reflexionar sobre la seguridad en lugares públicos y cómo podemos ser más cautelosos ante situaciones inesperadas. Porque al final del día, nadie quiere ser víctima de este tipo de actos tan desafortunados.