El caso de García Roldán, conocido como ‘Charly’, ha vuelto a la palestra y no precisamente por buenas noticias. Este hombre, que ahora vive en Cataluña, se ha presentado ante la Audiencia Provincial con un aire bastante distinto al que solía mostrar. Desde el 23 de junio, se abrirá el telón del juicio que promete ser uno de los más impactantes en la historia de Baleares.
Un proceso complicado y lleno de sorpresas
La situación es tensa. La renuncia del abogado de Charly ha obligado al tribunal a hacer malabares para solventar este embrollo legal. Su defensa ha pasado a manos de un abogado de oficio, quien se enfrenta al reto monumental de preparar una vista sin apenas tiempo. Por si fuera poco, otra acusada, ex pareja de Charly, está atrapada en Francia enfrentándose a sus propios problemas legales relacionados con una trama de trata de mujeres. Esto significa que tendrá que conectarse por videoconferencia durante las sesiones programadas para junio, julio y septiembre.
A medida que se acerca el momento del juicio, Charly aguarda su turno junto a otros cinco acusados. Lo curioso es que parece estar aislado, casi como si llevara un peso sobre sus hombros. Se enfrenta nada menos que a 16 años y medio tras las rejas por liderar una estafa monumental que dejó más de 200 afectados y un agujero económico de 3,5 millones.
La trama detrás de Lujo Casa era sorprendente: vendían viviendas inexistentes en Palma y Marratxí sobre terrenos donde no tenían ni permiso para construir. Cuando todo salió a la luz, Charly decidió huir a Colombia en 2018; estuvo dos años fugitivo hasta su arresto y posterior extradición a España. Tras cuatro años en prisión preventiva, ahora camina libre pero bajo la sombra del juicio.
Aproximadamente un centenar de víctimas han conseguido recuperar parte del dinero invertido gracias a préstamos hipotecarios para poder comprar esos espejismos inmobiliarios vendidos por Lujo Casa. Los bancos involucrados han sido condenados a restituir esos fondos ya que no hicieron su tarea al verificar la situación real del suelo donde prometían construir sueños.