La noche del 25 de abril, un momento que debería haber sido tranquilo en un hotel de Playa de Palma, se tornó en una escena digna de una película. Todo comenzó alrededor de las 23:25, cuando la Policía Local recibió avisos sobre un huésped problemático que estaba causando estragos.
Cuando los agentes llegaron al lugar, la situación era tensa. Según relatan testigos y empleados del hotel, un hombre polaco de 46 años había estado amenazando a otros clientes y mostrando una actitud agresiva que no pasó desapercibida. Era como si el sentido común hubiera decidido tomar vacaciones por esa noche.
Un enfrentamiento inesperado
A pesar de las advertencias, este turista no parecía dispuesto a abandonar el lugar pacíficamente tras recibir la orden de expulsión. En lugar de eso, decidió plantarse frente a los policías como si estuviera en una película de acción. Con esa mezcla entre desafío y locura, fue detenido por resistencia y amenazas.
Pero la historia no termina ahí; cuando llegó a comisaría, su comportamiento se volvió aún más extraño. No solo continuó con su actitud violenta, sino que incluso lanzó sus propios excrementos a los agentes. ¡Increíble! Para colmo, tuvo que ser atendido por personal sanitario debido al estado alterado en el que se encontraba.
Al final, este episodio tan surrealista concluyó con el turista siendo puesto a disposición judicial. Una anécdota más para recordar que algunos veranos pueden ser imprevisibles y no siempre lo que parece ser unas vacaciones ideales acaba bien.