Las carreteras de Mallorca están viviendo días oscuros. En tan solo cinco días, cuatro hombres han perdido la vida en accidentes trágicos que nos hacen reflexionar sobre la seguridad vial y la responsabilidad al volante. El último fin de semana fue particularmente fatídico, comenzando con un terrible suceso el domingo a primera hora. Un motorista de 56 años sufrió un fatal accidente al chocar contra un Citroën C4 en el polígono de Son Oms. La conductora del coche se dio a la fuga, pero no tardó mucho en ser arrestada por la Policía Nacional, resultando positiva en drogas.
Un camino lleno de tragedias
Poco después, otro motorista, esta vez de 52 años, perdió la vida al salir despedido en una curva peligrosa mientras circulaba entre Palma y Valldemossa. A pesar del esfuerzo conjunto de los servicios sanitarios y las patrullas de policía, nada pudieron hacer para salvarlo.
Y como si esto fuera poco, el lunes se vivió otro drama cuando un joven de 21 años chocó frontalmente contra un autobús del TIB. El impacto fue brutal; su Peugeot 307 quedó atrapado entre los restos del autocar que transportaba a nueve pasajeros. Las autoridades indicaron que el accidente fue causado por una distracción del conductor, quien invadió el carril contrario saliendo de una curva.
No podemos olvidar el siniestro más reciente ocurrido este primero de mayo. A mediodía, un autobús arrolló a un grupo de ciclistas en Pollença. Lamentablemente, uno de ellos falleció instantáneamente y sus tres compañeros quedaron gravemente heridos.
Estos cinco días han sido una dura realidad para todos nosotros; es hora de tomar conciencia sobre lo que sucede en nuestras carreteras y recordar que cada vida cuenta.