En una noche que nadie olvidará, una mujer de nacionalidad alemana se encontró en el ojo del huracán tras un altercado que comenzó como un simple viaje en taxi. Todo ocurrió hace unos meses, pero el eco de sus acciones aún resuena. Este martes, la sala de lo Penal de Vía Alemania en Palma se llenó de tensión cuando la acusada admitió haber agredido a un taxista y enfrentarse a los agentes de la Policía Local.
Un viaje que terminó en desastre
La historia comienza en el Port d’Andratx, donde nuestra protagonista, después de haberse pasado con las copas, decidió subirse a un taxi para regresar a casa. Pero el trayecto no fue nada tranquilo; vomitó dentro del vehículo y cuando el taxista le pidió algo más que los 6,28 euros del viaje para limpiar su coche, ella reaccionó lanzando el datáfono al suelo como si estuviera tirando la toalla.
No contenta con eso, se bajó sin pagar ni un céntimo y propinó varios puñetazos al conductor. Este, alarmado por la situación, llamó a la policía. Los agentes llegaron rápidamente y encontraron a la mujer bastante alterada. A pesar de su resistencia inicial y de lanzar billetes al suelo como si fueran confeti, no podía escapar de las consecuencias.
Cuando le pidieron identificarse y ella respondió con un “fuck you and fuck Spanish police”, quedó claro que la situación estaba lejos de calmarse. En un momento tenso, uno de los policías intentó revisar su bolso para averiguar quién era y recibió un puñetazo como respuesta. Finalmente, tras mucho tira y afloja, accedió a ir a su apartamento para entregar su pasaporte. Pero incluso ahí hubo más drama; intentó empujar a uno de los agentes por las escaleras antes de rendirse.
La jueza no tardó en dictar sentencia: 1.800 euros en multas tras alcanzar un acuerdo previo con su abogada. Un desenlace que pone punto final a una noche caótica llena de decisiones erradas e impulsos descontrolados.