En una tranquila localidad de Santanyí, el pasado sábado 26, la calma se rompió de manera brutal. La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 43 años que intentó acabar con la vida de otro al lanzarlo por el balcón de su propia casa. Pero eso no es todo; antes de eso, la víctima recibió una salvaje paliza con una barra de hierro, dejándolo gravemente herido.
El drama comenzó cuando un vecino, alarmado por los gritos y ruidos, llamó a emergencias al encontrar a un hombre tendido en el suelo, cubierto de sangre y quejándose del dolor en sus costillas y piernas. Rápidamente, varios agentes del cuartel local y servicios médicos llegaron al lugar para atenderlo. Fue trasladado urgentemente al hospital de Manacor, donde los médicos confirmaron múltiples fracturas: varias costillas rotas, el tobillo dañado y hasta un neumotórax.
La historia detrás del ataque
Una vez estable tras recibir atención médica, los investigadores lograron hablar con él. Con voz temblorosa pero clara, relató cómo se encontraba en su casa cuando entró el agresor. Sin previo aviso ni motivo aparente, le golpeó por la espalda con la barra y luego lo empujó hacia el balcón. La caída desde tres metros fue solo el principio; después bajó para seguir golpeándolo sin piedad hasta que decidió escapar en una furgoneta.
A través de varias investigaciones minuciosas, la Guardia Civil logró identificar al sospechoso rápidamente. Ahora enfrenta cargos serios por tentativa de homicidio y allanamiento de morada. Tras pasar por manos judiciales, fue enviado a prisión mientras las autoridades siguen indagando sobre qué pudo llevar a este desenlace tan trágico entre dos personas.