La noche del 11 de abril, una terraza de un kebab en la calle Jacint Verdaguer se convirtió en el escenario de una violenta reyerta que dejó a un joven gravemente herido. La Policía Nacional no ha tardado en actuar y ha detenido a cuatro hombres, con edades comprendidas entre los 22 y 26 años, por su implicación en este intento de asesinato.
Todo comenzó cuando un grupo de jóvenes reclamó una mesa ocupada, desatando así una serie de agresiones que incluyó el uso de sillas y copas rotas. En medio del caos, uno de los chicos fue atacado por la espalda, recibiendo un corte profundo en el cuello que comprometió sus vasos sanguíneos. Otro joven también resultó herido, sufriendo un corte severo en la oreja. La situación era crítica; la víctima cayó al suelo, inconsciente y perdiendo sangre rápidamente.
Un enfrentamiento que pudo ser evitado
Lo más impactante es cómo todo esto empezó: simplemente por ocupar una mesa. El chico que había sido despojado de su sitio avisó a sus amigos para intentar resolverlo pacíficamente, pero se encontró con una actitud belicosa por parte del otro grupo. Fue entonces cuando las cosas se salieron de control. Las copas volaban y las sillas se convertían en armas improvisadas mientras otros clientes intentaban mediar y poner fin a la riña.
A pesar del caos, las fuerzas policiales llegaron rápidamente al lugar y comenzaron a investigar lo sucedido. Con esfuerzo lograron identificar a varios integrantes del grupo agresor e iniciar un operativo para detenerlos. El resultado fue claro: dos arrestos el miércoles y otros dos al día siguiente, todos acusados de asesinato y homicidio en grado de tentativa.
Es triste pensar que todo esto ocurrió por algo tan trivial como pelearse por una mesa. Lo peor es que vidas quedaron marcadas esa noche debido a decisiones impulsivas y violentas. Ahora solo queda esperar que se haga justicia.