La noche del 10 de abril se convirtió en una pesadilla para un joven de 19 años en Pollença. Todo comenzó cuando, al regresar a casa con su primo, se topó con un grupo de cuatro compatriotas que, lejos de ser amigos, se tornaron en sus verdugos. Lo que prometía ser una simple coincidencia terminó en un ataque brutal.
Una disputa que escaló rápidamente
El joven relata cómo uno de ellos le empezó a gritar, llenando la noche de amenazas y empuñando un cuchillo. ¿Quién podría imaginar que esa salida terminaría así? Al acercarse, el grupo no dudó en lanzarse sobre él y su primo, causándoles heridas graves antes de que pudieran escapar. El chico sufrió cortes en la cabeza y un glúteo, marcas visibles de una violencia innecesaria.
Después del incidente, no se quedó callado. Acudió a la Guardia Civil de Pollença-Alcudia para contar lo sucedido. Los agentes, tras días de investigación intensa, dieron con los tres sospechosos: jóvenes magrebíes de entre 23 y 25 años. Al parecer, este ataque había sido motivado por una agresión previa ocurrida meses atrás.
No podemos ignorar lo preocupante que es ver cómo estas situaciones violentas están afectando a nuestra comunidad. La violencia nunca es la solución y es fundamental seguir trabajando para erradicar estos comportamientos destructivos.