Imagínate un día de sol en Cala Blava, donde las risas y el chapoteo son la melodía de fondo. Pero, entre tanto disfrute, un bañista se encuentra con algo inesperado: una bengala, con una inscripción clara que dice «Peligro no tocar, avisar a las autoridades». Ante la advertencia, el hombre no se lo pensó dos veces y dio el aviso. Y aquí es donde empieza esta curiosa historia que podría haber terminado en tragedia.
La intervención del Grupo de Desactivación
Los agentes de la Guardia Civil, alertados por la situación, se lanzaron al agua con la determinación que les caracteriza. Al llegar al lugar donde reposaba la baliza MK25 entre las rocas de esta popular cala de Mallorca, rápidamente pusieron en marcha su protocolo de seguridad. El peligro era real; esos artefactos llevan un material fósforo dentro que puede encenderse solo con el aire. ¡Una locura!
Con máxima precaución y todo el equipamiento necesario, los especialistas manipularon el objeto y lo trasladaron para proceder a su detonación lejos de cualquier vivienda cercana. No es la primera vez que algo así ocurre y seguro no será la última; por eso es fundamental recordar siempre que ante un hallazgo similar lo mejor es no tocar nada extraño y llamar al 062 inmediatamente.