En las calles de Palma, donde la brisa marina se mezcla con las risas de los turistas, ha surgido una historia que nos recuerda que no todo lo que brilla es oro. La Policía Nacional ha detenido a dos mujeres, de 49 y 43 años, ambas españolas, acusadas de llevar a cabo un ingenioso pero desafortunado truco para robar más de 1.000 euros a visitantes desprevenidos. Todo esto ocurrió entre finales de marzo y principios de abril, en pleno bullicio turístico.
Un engaño floral
Según informa la Jefatura Superior, estas presuntas delincuentes se acercaban a sus víctimas ofreciendo una rama de romero como símbolo de buena suerte. Mientras mantenían la conversación y distraían a sus víctimas con palabras amables y sonrisas engañosas, aprovechaban para hurgar en sus carteras y sustraer más de 500 euros a cada uno. ¡Qué falta de respeto!
No es la primera vez que las autoridades tienen noticias sobre ellas; el grupo de investigación ya había puesto su mirada en estas mujeres debido a hechos similares anteriores. Con cerca de 20 antecedentes policiales cada una, no sorprende que acabaran tras las rejas por varios delitos de hurto.
Y aquí viene lo más irónico: una de ellas tenía incluso una orden judicial que le prohibía acercarse a menos de 500 metros del área alrededor de la Catedral, su zona favorita para actuar. Pero eso no fue suficiente para detenerlas. Tras ser llevadas ante un juez, se les dictó otra orden similar, reafirmando lo serio del asunto.
No cabe duda que esta historia deja un mal sabor en la boca: mientras algunos disfrutan del sol y el arte local, otros intentan aprovecharse sin escrúpulos. En fin, esperemos que estos engaños no empañen las vacaciones soñadas de quienes visitan nuestra hermosa ciudad.