En una noche cualquiera en una discoteca de Palma, lo que debía ser diversión se convirtió en un auténtico drama. Todo comenzó cuando un hombre, ya conocido por sus fechorías, decidió llevarse el móvil de un joven desprevenido y luego exigirle 200 euros para devolvérselo. Sin duda, un acto miserable que nos recuerda cómo a veces las noches pueden tornarse oscuras.
Los agentes de la Policía Nacional no tardaron en actuar. Tras recibir la denuncia del chico afectado, quienes estaban al tanto del asunto se desplazaron rápidamente a Felanitx el pasado miércoles para ponerle las esposas al ladrón, quien ya tenía su historia criminal marcada por delitos similares. ¿Qué clase de persona roba y luego intenta extorsionar? Pues parece que este individuo marroquí no tiene reparos en jugar con la desesperación ajena.
La trama se complica
El robo ocurrió el domingo por la noche mientras todos disfrutaban de la fiesta. Al día siguiente, el ladrón contactó con la víctima mediante una red social; algo surrealista pero real. En esa conversación le reveló que tenía contactos en el mundillo del mercadeo ilícito y pidió incluso el código de desbloqueo del teléfono robado. ¡Vaya cara dura!
A través de fotos compartidas, dejó claro que estaba hablando en serio y pronto le exigió los 200 euros. Pero aquí no acaba todo; nuestro protagonista decidió hacer lo correcto y avisó a la policía antes de encontrarse con el delincuente.
Con la ayuda del denunciante, los agentes lograron interceptar al ladrón alrededor de las 18:00 horas del miércoles. No solo arrestaron al sujeto sino que también recuperaron el móvil sustraído, valorado nada menos que en más de 1.000 euros. Una victoria contra esos actos tan rastreros que arruinan nuestras noches.