La noche del pasado miércoles, la tranquilidad de Palma se vio interrumpida por una escena que podría parecer sacada de una película: un joven de 18 años, con orígenes nepalíes, paseaba en su patinete a toda velocidad. Pero no era un paseo cualquiera; llevaba consigo varias bolsitas de hachís, listas para ser vendidas. Así lo hicieron saber los agentes de la Policía Nacional, quienes le dieron el alto al ver su comportamiento sospechoso.
Un encuentro inesperado
A las 22:00 horas, cuando muchos ya se preparaban para descansar, este chico circulaba sin luces y en dirección contraria por la barriada de la plaza de Toros. La patrulla del grupo de los Rayos no tardó en intervenir. Al cachearlo, encontraron un arsenal que incluía no solo las bolsas con droga sino también una báscula para pesarla, una navaja y un pasamontañas que dejaba entrever que sus intenciones eran mucho más oscuras.
No es solo un caso más; es un recordatorio de cómo nuestros jóvenes pueden verse atrapados en redes peligrosas. Los agentes también descubrieron dinero en efectivo proveniente de ventas previas. Este chico está ahora enfrentando graves acusaciones por delitos contra la salud pública. Un claro ejemplo de cómo a veces lo que parece inofensivo puede convertirse rápidamente en un problema serio.