La mañana del pasado 21 de marzo, a las 10:37 para ser exactos, un motorista decidió que las normas de tráfico no eran para él. En un tramo del camí de Can Pastilla, donde la velocidad máxima permitida es de 50 km/h, este piloto aceleró hasta alcanzar los 119 km/h. La Policía Local de Palma, alerta y atenta, lo cazó gracias a su Unidad de Radar.
Conducción temeraria y sus consecuencias
Los agentes no dudaron en actuar. Una vez que detectaron esta locura sobre dos ruedas, iniciaron los trámites para identificar al conductor y comunicaron la infracción a la autoridad judicial. Y es que aquí no estamos hablando de una simple multa; conducir a más de 60 km/h por encima del límite establecido es considerado un delito contra la seguridad vial. Esto podría costarle al infractor hasta seis meses tras las rejas o multas que podrían llegar hasta un año.
No solo eso. La Policía también advierte que este tipo de comportamiento puede resultar en la retirada del carné durante cuatro años. ¿Y todo por qué? Porque el exceso de velocidad es uno de esos factores determinantes que pueden convertir un pequeño incidente en una tragedia fatal.
Por si fuera poco, desde el cuerpo policial hacen hincapié en lo crucial que es respetar los límites de velocidad. Al final del día, nuestra seguridad está en juego y todos merecemos transitar sin miedo por nuestras calles.