Imagina que entras en una tienda de compraventa y te das cuenta de que alguien intenta llevarse no una, sino dos guitarras eléctricas. Eso fue exactamente lo que ocurrió el pasado 22 de febrero en Palma. Un hombre, con 56 años a sus espaldas y nacionalidad española, decidió que era un buen día para hacer de las suyas. Ya había robado una guitarra valorada en más de 550 euros unos días antes, pero parece que no se conformaba.
El intento fallido que llevó a la detención
A las 17:30 horas, los trabajadores del establecimiento, alerta tras el primer robo, vieron cómo el mismo individuo entraba nuevamente por la puerta. Esta vez intentaba hacerse con otra guitarra similar. No tardaron en avisar a la Policía Local, quienes llegaron al lugar con rapidez.
Los agentes hablaron con los empleados y revisaron un vídeo donde se podía ver al sospechoso cometiendo su primer delito. A pesar de tenerlo grabado, el hombre negó cualquier acusación. Pero las pruebas eran claras y los policías no tuvieron más remedio que detenerlo por un delito de hurto y otro en grado de tentativa.
Finalmente, después del procedimiento correspondiente, la sala de Atestados decidió dejarle en libertad bajo la condición de que compareciera ante la autoridad judicial cuando le tocara. Una historia surrealista más que nos recuerda que algunas personas parecen no aprender la lección.