Imagínate la escena: un avión listo para despegar desde Aruba hacia Ámsterdam, y de repente, ¡aparece una rata! Así es, una pequeña intrusa logró colarse en el Airbus A330 de KLM, y los 254 pasajeros tuvieron que quedarse en tierra por culpa del escurridizo roedor. «No sabemos cómo subió a bordo», admitió un portavoz de la aerolínea mientras se rascaba la cabeza. El bicho ya estaba haciendo de las suyas desde el vuelo inicial, correteando por el compartimento de equipajes, como si fuera el rey del avión.
El vuelo cancelado y las medidas tomadas
Apenas aterrizó, lo que debería haber sido un simple tránsito se convirtió en un verdadero espectáculo. En lugar de regresar a casa, los pasajeros quedaron varados mientras se ordenó una limpieza exhaustiva del avión. ¿Y todo por qué? Porque esos pequeños animales pueden ser más peligrosos de lo que parecen; pueden dañar cables esenciales y causar estragos durante el vuelo. La seguridad ante todo.
KLM fue clara al comunicar su decisión: «La seguridad y el bienestar de nuestros pasajeros y tripulación siempre son nuestra prioridad». Y aunque muchos comprendieron la situación, no dejaron de sentir frustración al tener que ver cómo su viaje se convertía en una anécdota insólita.
En medio del revuelo, alguien comentó: «Fue muy desafortunado tener que presenciar esto». Sin duda, nadie imaginó que un ratón podría ser el culpable de tal lío. Al final del día, esta historia nos recuerda lo impredecible que puede ser volar; siempre hay espacio para lo inesperado.

