Imagina que un día, un músico suizo llamado Mattias Krantz se embarca en una aventura insólita. Su compañero no es un ser humano, sino Takoyaki, un pulpo que ha demostrado ser más que una simple mascota. En menos de un año, este animalito aprendió a tocar el piano, ¡y vaya que lo hizo! Lo increíble es que lo logró con un instrumento diseñado especialmente para él. La melodía elegida fue nada menos que Under the Sea, el famoso tema de la película ‘Tiburón’.
Una conexión inesperada
Krantz no solo se dedica a hacer música; también tuvo que ganarse la confianza de su peculiar amigo. Al principio, Takoyaki se mostró reacio y hasta dejó de comer. Pero poco a poco, gracias a la paciencia y dedicación del músico, ese pequeño pulpo comenzó a interactuar con su piano impreso en 3D.
¿Y cómo lo logró? Cada vez que Takoyaki tocaba una nota correctamente, recibía una recompensa. Este método trajo consigo una conexión única entre ellos. “Lograr que tocara es como un sueño febril”, confesó Krantz en una entrevista con The Washington Post.
El vídeo de esta inusual actuación no tardó en volverse viral: ya cuenta con más de seis millones de reproducciones en YouTube y ha sido objeto de comentarios divertidos como “el pulpo toca mejor que yo” o “en defensa del pulpo, hay personas normales que tardan años en aprender”. Y así, Takoyaki ha hecho historia al mostrarnos que los límites están ahí para romperse.

