Mudarse a un nuevo país siempre trae consigo un cúmulo de emociones y retos. La barrera del idioma, las diferencias culturales y el nostalgia familiar son solo algunas de las dificultades que enfrentamos. Pero, si hay algo que realmente sorprende a los españoles que aterrizan en Estados Unidos, es el sistema sanitario. Y esto lo vivió en carne propia Natalia, quien decidió compartir su historia en TikTok.
«Llevo poco más de un año aquí y, por suerte, esta es la primera vez que tengo que ir al médico», empezó contando la joven con cierta incredulidad. En España, tenemos la sanidad pública, donde las visitas suelen ser mucho más accesibles; pero en EE.UU., la cosa cambia drásticamente. Natalia se encontró ante una factura desorbitada: 307 dólares solo por una consulta inicial—unos 265 euros—y eso sin contar los extras.
Una factura inesperada
Ella había ido por una amigdalitis y le hicieron un test para detectar ‘streptococcus’, lo cual le costó otros 80 dólares. Al final, el total ascendió a unos escalofriantes 387 dólares, o lo que es lo mismo, casi 335 euros. ¿Y todo para volver a casa con ibuprofeno y unas recomendaciones de reposo?
No es de extrañar que Natalia sintiera decepción tras pagar tal cantidad. En su video, rápidamente recibió una avalancha de reacciones: «¡Es increíble lo que cuesta aquí atenderse!», comentaban sus seguidores. Y aunque algunos defendieron el sistema estadounidense diciendo cosas como: «No me parece caro considerando cuánto me quitan mensualmente en seguridad social», muchos coincidieron en que esta situación puede llevar a la ruina a muchas familias.
A través de su experiencia, Natalia nos recuerda que no todo es tan fácil como parece cuando cruzamos el charco. Nos invita a reflexionar sobre cómo valoramos nuestra sanidad pública y los precios desmesurados que pueden enfrentar otros en su búsqueda por atención médica.

