En un edificio donde las risas y las historias se entrelazan, una joven decidió dar un toque especial a la rutina diaria de una adorada pareja de ancianos. A diario, Jack y Sally caminan con paso firme por los pasillos hasta llegar a la puerta de Erica, quien vive al final del corredor. Pero lo que comenzó como un simple paseo pronto se convirtió en algo extraordinario gracias a la iniciativa de esta vecina cariñosa.
Un regalo inesperado
Erica, al verlos pasar cada día, sintió que debía hacer algo para ellos. “Vivo al final del pasillo y aunque nunca pasa nadie por mi casa, a ellos los veo todos los días”, contó en su TikTok. Fue entonces cuando decidió preparar un pequeño puesto con deliciosos snacks: pistachos, barritas energéticas y aguas de coco. Todo pensado para que sus paseos fuesen aún más agradables.
Cuando Jack y Sally descubrieron el detalle, sus rostros lo decían todo. Jack miraba atónito mientras Sally sonreía con ternura ante tal sorpresa. Desde aquel primer día, se estableció una encantadora tradición: cada vez que recogían uno de los regalos dejados por Erica, no dudaban en enviarle un beso a la cámara como agradecimiento.
El vídeo que capturó estos momentos ha dado la vuelta al mundo virtual con más de 24 millones de reproducciones en TikTok. “Se ha convertido en la mejor parte del día”, escribió Erica junto a esas imágenes tan entrañables. Y es que muchos usuarios también han compartido su emoción: “Qué detalle tan bonito”, “seguro que cuando llegaron a casa se lo contaron a todo el mundo” o “ahora están emocionados por llegar al final del pasillo”, comentan con alegría.