El verano es sin duda la época del año en la que todos soñamos con escapar, desconectar y disfrutar del merecido descanso. Pero, ojo, porque a veces un pequeño despiste puede convertir ese sueño en una pesadilla. En esos meses de julio y agosto, cuando las maletas están listas y el sol brilla, hay ciertas cosas que no podemos dejar al azar.
Prepárate bien para no complicarte la vida
Por ejemplo, ¿cuántas veces hemos olvidado el cargador del móvil? Puede parecer un contratiempo menor, pero con lo dependientes que somos de nuestros dispositivos hoy en día, ¡es un drama! Y ni hablar si nos olvidamos de nuestras medicinas habituales; eso sí que puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza durante las vacaciones.
No se nos puede olvidar revisar también la documentación. Viajar con los pasaportes caducados es algo que no queremos ni imaginar. Además, hay que asegurarse de llevar ropa adecuada al clima del destino: nada peor que llegar a la playa sin bañador o sufrir el frío sin una sudadera.
Y hablando de descuidos, perder las llaves del alojamiento mientras estamos disfrutando de una excursión podría arruinar nuestra jornada. También es fundamental revisar el estado del coche antes de salir a la carretera; un pinchazo inesperado podría convertir nuestra escapada en una serie de problemas mecánicos.
Asegúrate también de no dejarte sorpresas desagradables con tu tarjeta bancaria: olvidar el PIN o tenerla caducada son situaciones muy comunes y frustrantes. No olvidemos tampoco desconectar todos los aparatos en casa antes de marchar; nadie quiere regresar a un hogar lleno de sorpresas desagradables como malos olores por basura acumulada.
Las gafas o lentillas son otro elemento imprescindible; si te olvidas de ellas podrías pasarlo realmente mal. Y por último, recuerda hacer bien tus reservas; un simple error puede traer consigo grandes complicaciones. Mantente alerta y cuida tus pertenencias para evitar robos indeseados que empañen esas vacaciones tan esperadas.