En un rincón del mundo donde las serpientes venenosas son parte del paisaje, sucedió algo que nos deja sin aliento. En Bihar, India, un pequeño de apenas un año se encontró cara a cara con una cobra real, una de las más temidas por su letalidad. La historia comienza en el jardín de su casa, donde Govind Kumar jugaba despreocupado mientras su madre trabajaba cerca.
La abuela del niño, Matisari Devi, recordó ese momento con detalle: «Estaba moviendo leña y de repente apareció la cobra. El niño vio cómo se movía y decidió atraparla. No pudimos creerlo cuando vimos que había metido la cabeza de la serpiente en su boca y comenzaba a morderla». ¿Quién podría imaginar que este acto tan impulsivo se convertiría en una suerte de salvación?
Un giro inesperado en la historia
A pesar del caos inmediato, el pequeño perdió el conocimiento tras lo ocurrido y fue llevado rápidamente al centro médico más cercano. Allí, el doctor atendió a Govind y notó que su cara estaba hinchada, especialmente la boca. Según explicó el profesional, cuando una cobra muerde a un humano, el veneno puede ser devastador; sin embargo, si un humano logra morder a la serpiente antes de ser mordido, los efectos son diferentes.
El médico comentó: «Cuando se ingiere el veneno a través del sistema digestivo, nuestro cuerpo tiene formas de neutralizarlo y expulsarlo». Así fue como esta sorprendente reacción del pequeño Govind no solo lo metió en problemas momentáneamente sino que también resultó ser su salvavidas.
Ciertamente es un recordatorio impactante sobre la naturaleza impredecible de la vida y cómo incluso los más pequeños pueden tener reacciones inesperadas ante situaciones extremas.