Imagina pasear por las calles de Liaoning, China, y de repente ver un coche que parece un acuario andante. Esto es exactamente lo que le ocurrió a la gente cuando un conductor decidió llevar su amor por los animales a otro nivel, llenando el capó de su SUV Li Auto L9 con peces y crustáceos vivos. Lo que comenzó como una forma peculiar de personalizar su vehículo se ha convertido en una auténtica batalla en redes sociales.
El capó como pecera: una idea polémica
La historia detrás de este extravagante invento es casi surrealista. Según el propio conductor, la chispa se encendió durante una salida de pesca; al olvidar el recipiente para guardar sus capturas, pensó: ‘¿Y si uso el capó de mi coche?’. Así fue como, con un poco de ingenio y mucha falta de juicio, transformó su automóvil en un verdadero ecosistema móvil. Pero aquí no acaba la cosa.
Casi instantáneamente, cuando subió su creación a Douyin -el TikTok chino-, se desató una oleada de reacciones. Muchos creyeron que era una imagen generada por inteligencia artificial. Pero no, era tan real como preocupante. Asociaciones animalistas comenzaron a denunciar esta práctica insólita que pone en riesgo tanto la vida marina como la seguridad vial.
Pero lo más alarmante es lo que ocurre bajo el capó: al estar expuestos directamente al motor del coche, esos pobres peces corren el peligro de ser hervidos vivos debido al sobrecalentamiento del agua. Y no solo eso; cualquier bache o movimiento brusco podría provocar fugas y dejar al coche hecho un desastre.
Las autoridades ya han tomado cartas en el asunto y advierten sobre las consecuencias legales: usar tu vehículo como acuario no solo es irresponsable sino también ilegal. Aunque aún queda por ver si nuestro protagonista será multado o no, lo cierto es que ha puesto sobre la mesa una reflexión importante: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para ser originales?