Imagínate esto: un día cualquiera, un hombre de Massachusetts llamado Sylvester Semedo, decide jugar a la lotería. Pero no lo hace como cualquier otro; él tiene una estrategia muy personal. ¿Su fuente de inspiración? Los números de su antiguo ascensor en el trabajo. Y así, con una combinación que muchos considerarían casual, ¡hace historia!
El pasado 26 de junio, Sylvester jugó unos números que bien podrían haber sido simplemente parte de su rutina diaria: 2-6-10-14-18. Pero para él, cada uno de esos dígitos representaba un piso en el que su elevador se detenía en su antiguo edificio laboral. Y vaya si le salió bien la jugada: ganó nada menos que 300.000 dólares, o lo que es lo mismo, más de 250.000 euros.
Un plan para disfrutar y celebrar
La Lotería del Estado de Massachusetts confirmó esta increíble noticia y Sylvester no pudo contener su alegría al compartirlo con los funcionarios: “Son mis pisos”, decía con una sonrisa amplia. Cada apuesta le dio 100.000 dólares y eso no es poca cosa.
Aparte del cheque millonario, este afortunado ya tiene planes para disfrutar ese dinero: asistir a un partido fuera de casa del equipo de béisbol Boston Red Sox. Y quién podría culparlo por querer celebrar así este golpe de suerte inesperado.