Imagina que te levantas cada día con una botella de Coca-Cola en la mano, bebiendo entre 2 y 3 litros como si no hubiera un mañana. Eso fue lo que hizo un hombre de 60 años en el Triángulo Minero, Brasil. Su historia nos recuerda lo importante que es cuidar nuestra salud. Y es que, a pesar de que todos disfrutamos de un refresco de vez en cuando, hay límites que no deberíamos cruzar.
Una intervención inesperada
El urólogo Thales Andrade del hospital de Canínopolis se encontró con una situación sorprendente. Este hombre había generado nada menos que 35 cálculos vesicales por su consumo desmedido de azúcar y sodio. Cuando comenzó a sentir un dolor agudo en el vientre y una molesta pesadez, nunca imaginó que detrás estaba su amor incondicional por la bebida azucarada.
Tras unas pruebas exhaustivas, los médicos descubrieron piedras en sus riñones que medían hasta 1.8 cm. ¡Eso sí que es pasarse! Además del susto físico, este hombre también lidiaba con otros problemas como agrandamiento de próstata y dificultad para orinar. ¿Qué más tendría que pasarle para darse cuenta?
Lo más impactante fue saber que incluso intentó extraer algunas piedras por su cuenta usando un objeto a través de la uretra. Esto nos lleva a pensar: ¿hasta dónde puede llegar alguien antes de buscar ayuda? El médico enfatizó cómo esta afección se forma lentamente; no son solo unos días o semanas sino años tomando decisiones poco saludables.
A partir de ahora, nuestro protagonista deberá decir adiós a las burbujas y darle la bienvenida al agua fresca, así como hacerse chequeos anuales para asegurarse de no repetir la historia. Es un recordatorio claro: debemos cuidar lo que ingerimos antes de acabar tirándolo todo a la basura junto con nuestra salud.