En un mundo donde encontrar trabajo se ha vuelto una odisea, en China han dado con una solución insólita: alquilar un puesto de trabajo. Sí, así como lo oyen. A medida que la presión por conseguir un buen empleo se vuelve asfixiante, han surgido empresas que simulan la contratación de empleados. Según El País, estas compañías cobran entre 30 y 50 yuanes diarios (lo que viene a ser entre 3.65 y 6.08 euros) para que sus clientes puedan hacer como si estuvieran trabajando.
La vida laboral de cartón piedra
Este curioso alquiler incluye espacios que imitan a la perfección el ambiente típico de cualquier oficina. Desde escritorios hasta máquinas de café y conexión wifi, todo está pensado para que la experiencia sea lo más realista posible. Aunque los inquilinos no tienen jefes ni supervisores que los controlen, se les anima a realizar actividades para mantener la ilusión de estar enfocados en su trabajo.
Zonghua, una joven cantonesa, es uno de estos rostros detrás del fenómeno. Consciente del estigma familiar sobre no tener un empleo fijo, Zonghua confiesa: «Buscaba una vida más estable». Tras intentar refugiarse en bibliotecas y cafeterías sin éxito, decidió optar por este método tan peculiar. Sin embargo, es honesta al decir que siente que no ha logrado nada en su búsqueda laboral; aunque reconoce que es lo más cómodo mientras intenta salir adelante.
No podemos ignorar el contexto: el desempleo en las grandes ciudades chinas ronda el 5.3%, pero entre los jóvenes de 16 a 24 años ¡se dispara hasta el 16.5%! Y no termina ahí; aquellos entre 25 y 29 años también sufren con un alarmante 7.2%. Así están las cosas por allá.