La historia de un trabajador de Guipúzcoa ha dado la vuelta a las redes sociales, convirtiéndose en una auténtica sensación. Después de 45 años dedicados a la misma labor, decidió que su último día no iba a ser uno más. Mikel Gasca, como se llama el protagonista, compartió un vídeo donde muestra cómo se despoja no solo del uniforme que ha llevado durante cuatro décadas, sino también de toda su ropa.
«Hoy es el último día de mi vida laboral», empieza a contar con una sonrisa en el rostro. A medida que va sacando su viejo uniforme de una bolsa y lo lanza al contenedor, uno no puede evitar pensar en lo que esa acción simboliza: un nuevo comienzo. «Os podéis imaginar hasta dónde estoy de ella…», bromea antes de quitarse lo que le queda puesto. Y así, entre risas y algo de atrevimiento, acaba en calzoncillos.
Una despedida inolvidable
Pero eso no es todo. Al terminar su singular ceremonia de desnudamiento, va a fichar su salida y se encuentra con un compañero al que le explica entre carcajadas: «toda la ropa ha ido a la basura». Su alegría es contagiosa cuando exclama: «¡Que me jubilo! Ya no quiero saber nada de la ropa ni de nada».
Las reacciones no se han hecho esperar; las redes han estallado en comentarios positivos para él. “¡A disfrutarlo que te lo has ganado! Eres un crack”, escriben muchos usuarios emocionados por este acto tan espontáneo y lleno de vida. ¿Quién no querría hacer lo mismo dentro de 20 años? La jubilación está hecha para celebrarla, ¡y vaya forma tan original!