En el corazón de Mulegns, un pueblito con apenas 12 almas fijas, se erige Tor Alva, la torre impresa en 3D más alta del mundo. Puede que a simple vista no parezca el lugar ideal para semejante maravilla arquitectónica, pero las autoridades locales vieron en este proyecto una oportunidad dorada para revitalizar una comunidad que lucha por mantenerse a flote.
Un Diseño Que Sorprende
Con sus impresionantes 30 metros de altura, Tor Alva destaca no solo por su tamaño, sino también por su diseño modular único. Este edificio cuenta con 32 columnas impresas individualmente, unidas mediante enormes tornillos y cables de acero, dejando atrás el uso tradicional del cemento. Según sus creadores, aunque la torre no lleva estructura de acero en su construcción, los avances tecnológicos la hacen increíblemente segura y fácil de desmontar si llegara a ser necesario.
“Las innovaciones técnicas incluyen el uso estructural de hormigón impreso en 3D con componentes de paredes delgadas y de bajo consumo”, se lee en la web oficial. Este enfoque revolucionario permite pensar en un futuro donde cada pieza podría reutilizarse fácilmente.
La inauguración tuvo lugar el pasado 20 de mayo de 2025 y reunió a unas 300 personas emocionadas. Todos querían disfrutar de las escaleras impresas que llevan al último piso; un espacio que funciona como teatro abovedado para diversas representaciones artísticas y ofrece vistas espectaculares del paisaje alpino que rodea al pueblo.
El proyecto fue llevado a cabo por un estudio de arquitectos junto a un equipo investigador del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich, buscando mostrar los últimos avances en diseño 3D y ingeniería estructural. ¿Quién diría que un pequeño pueblo como Mulegns podría atraer tanto interés?