En el corazón de Londres, en el famoso 221b de Baker Street, donde sir Arthur Conan Doyle imaginó a su icónico detective, un nuevo misterio ha surgido. Pero esta vez no se trata de resolver crímenes, sino de una trama delictiva que podría hacer sonreír incluso al propio Holmes. Según informa The Sun, la casa del célebre investigador y su amigo Watson se ha convertido en el centro neurálgico para un fenómeno curioso: ¡los estafadores han decidido usarla como dirección falsa para las devoluciones de productos comprados en línea!
¿Y cómo es que esto funciona? Los comerciantes chinos e indios optan por la dirección más famosa del mundo para evitar pagar esas molestas tarifas de envío cuando sus artículos llegan dañados o simplemente no son lo que esperaban. De esta manera, pueden argumentar que no tienen que reembolsar nada a sus clientes porque los paquetes nunca llegan realmente a ellos.
Un caos en la casa del detective
Mohamed Ahmed, quien gestiona la tienda del museo dedicado a Sherlock Holmes, confiesa que en los últimos seis meses han visto cómo el número de entregas erróneas se ha disparado. «La primera vez que recibimos un paquete raro, abrimos y solo había unos cables dentro; nos dimos cuenta rápido de que no era para nosotros», explica Ahmed. Ahora, todos en el museo saben que simplemente deben rechazar esos envíos extraños. «Es confuso y molesto; todo el mundo conoce esta dirección», añade con frustración.
Pero la cosa no queda ahí. El personal ha tenido que recurrir a Royal Mail, la entidad postal nacional británica, pidiendo que cesen las entregas destinadas a esa famosa dirección si no están claramente dirigidas al museo. Y como si esto fuera poco, Daniel Thackray, un cliente afectado por este embrollo, narra su experiencia: «Compré un regalo para mi hijo y llegó roto; era evidente que era falso». Al enterarse del destino del paquete para la devolución, su esposa bromeó diciendo: «¡Esa es la dirección de Sherlock Holmes!».
Thackray reflexiona sobre lo absurdo del asunto: “Podrían haber elegido cualquier otra dirección aleatoria pero decidieron usar la casa de Sherlock Holmes. Quizás sea la única dirección británica que conocen”. Y así seguimos atrapados en este juego donde los engañadores tiran a la basura tanto dinero como confianza bajo el manto misterioso del legendario detective.