Athos Salomé, ese brasileño de 38 años conocido como el ‘Nostradamus vivo’, ha vuelto a levantar la voz y su mensaje no es para tomarse a la ligera. Este vidente ha demostrado en numerosas ocasiones tener un ojo privilegiado para prever eventos cruciales, desde la pandemia del Covid hasta el fallecimiento de la Reina de Inglaterra. Pero ahora, su última predicción nos lleva a un territorio más oscuro.
Según Salomé, estamos inmersos en una «crisis nuclear silenciosa», alimentada por los conflictos que azotan el planeta. Así lo ha compartido con sus seguidores: “La guerra en Ucrania terminará sin una victoria clara”. Y ahora, toda nuestra atención se centra en los reactores nucleares. En una exclusiva para el Daily Mail, Salomé afirmó que «la élite» está preparándose para un desastre inminente mientras nosotros seguimos atrapados en una ilusión de estabilidad que pronto podría desvanecerse.
¿Qué nos espera?
Parece ser que este ‘Nostradamus’ tiene claro que no podemos relajarnos. Se avecina un «colapso parcial» de la Circulación Meridional del Atlántico debido a un «acontecimiento climático» previsto para 2025. Sus palabras son inquietantes: “Lo invisible está a la vista de quienes saben dónde mirar. El tiempo ya no está de nuestra parte”, dijo a FEMAIL. Aquí está la clave: hay guerras invisibles, esas que no vemos pero que están presentes cada día.
Salomé también menciona cómo se establecerán nuevas alianzas entre países; una colaboración entre China e India está en camino y promete revolucionar nuestro ecosistema tecnológico-financiero. La biotecnología y la energía cuántica están llamadas a ser protagonistas en este nuevo capítulo.
No obstante, Europa Occidental tampoco estará exenta del caos. Según él, se prevén sequías severas y tormentas tropicales entre septiembre y noviembre. Mientras tanto, otras regiones como el sur de Asia y el Sahel africano sufrirán un colapso agrícola e inundaciones devastadoras en ciudades como Nueva York, Bombay y Lagos.
Salomé concluye advirtiendo que los bancos centrales ya están revisando sus estrategias climáticas basándose en informes secretos que nunca verán la luz pública. Así que sí, amigos míos, parece que las sombras nos acechan mientras nos aferramos a esa aparente normalidad.