En un giro inesperado de los acontecimientos, un vecino de Bangkok decidió que ya había tenido suficiente. Cansado de los ladridos constantes del perro de otro residente y la pasividad del administrador del edificio, tomó una decisión drástica: liberar a sus dos enormes serpientes en el descansillo. La escena, que rápidamente se hizo viral en las redes sociales, dejó a muchos boquiabiertos.
Imagínate la sorpresa de los vecinos al abrir la puerta y encontrarse con estas criaturas reptando libremente por el pasillo. No es algo que veas todos los días, ¿verdad? La acción del propietario no fue solo un acto impulsivo; era un grito desesperado por atención ante lo que consideraba una injusticia. Según cuentan varios medios locales, las normas del edificio prohíben tener mascotas, aunque algunos se saltan la regla y conviven con perros y gatos sin reparo.
Las consecuencias de desahogarse así
Después de esta singular revuelta, la administración del edificio reaccionó. No tardaron en multar al dueño del perro con 10.000 bats (aproximadamente 2.700 euros) por ignorar las normas y exigieron tanto la retirada del canino como el regreso de las serpientes a sus respectivos dueños. Un administrador comentó: “Las normas están para cumplirse y hemos tenido que sancionar al propietario del perro por hacer caso omiso a nuestros avisos”. Y así, lo que comenzó como un intento desesperado por recuperar la paz se convirtió en un lío administrativo y legal.
A veces nos preguntamos hasta dónde llega nuestra paciencia antes de tomar decisiones tan drásticas. En este caso, parece que uno decidió dar un paso más allá… ¡y vaya forma de hacerlo!