Imagina la escena: un niño pequeño, todo risas y travesuras, que de repente se convierte en el protagonista de una historia surrealista. Esto es exactamente lo que le ocurrió a Liam, un niño de segundo grado en Lexington, Kentucky. Todo comenzó cuando decidió jugar con el móvil de su madre, Holly LaFavers. Sin darse cuenta, realizó un pedido monumental en Amazon: ¡70.000 piruletas! Sí, has leído bien.
Una sorpresa dulce y costosa
Cuando Holly llegó a casa este fin de semana, se encontró con nada menos que 30 cajas repletas de dulces Dum-Dums en la puerta. Cada caja contenía la asombrosa cifra de 2.340 piruletas. Al principio, se quedó boquiabierta y no podía creer lo que sus ojos veían. Liam confesó haber hecho el pedido por accidente mientras jugaba. A veces los juegos tienen consecuencias inesperadas.
Tras descubrir tal despropósito, Holly intentó devolver ocho cajas a Amazon sin éxito inmediato, así que decidió ofrecer las demás a amigos y vecinos para aligerar la carga de caramelos en casa. “Después de un largo día hablando con el banco y tratando de resolver esta locura con algunos medios”, cuenta Holly entre risas, “Amazon finalmente me contactó y aceptaron reembolsarme toda la compra”. Menudo alivio.
Aliviada y agradecida por el apoyo recibido, concluyó diciendo: “Gracias a todos los que se ofrecieron a comprar una caja para ayudarnos. Con gusto les conseguiré lo que pidieron o lo donaré a la organización benéfica que elijan”. Al final del día, esta historia no solo nos deja una buena anécdota familiar sino también un recordatorio sobre cómo un simple juego puede llevarnos a situaciones insólitas.