La historia de esta técnico de farmacia parece sacada de una novela, pero es real. Ella pidió una baja por ansiedad, alegando que necesitaba un respiro, y acabó en los impresionantes Picos de Europa, haciendo un curso de senderismo. ¿Te suena a excusa? Pues al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León también.
Todo empezó en abril del 2023. La mujer, cuyo nombre permanece en el anonimato, se ausentó tres días seguidos sin justificación alguna. Como era de esperar, su empresa no lo pasó por alto y decidió despedirla. Sin embargo, un fallo administrativo hizo que el despido fuera anulado y volvió al trabajo en noviembre. Pero ahí no terminó la historia.
La doble vida
En diciembre, con la esperanza renovada tras su regreso al trabajo, pidió tres días para realizar unos exámenes del Ciclo Inicial de Grado Medio en Senderismo. La empresa accedió sin dudarlo. Pero justo ese mismo mes, la trabajadora presentó una incapacidad temporal que la llevó a ser derivada a un especialista por problemas ansiosos.
Poco después se destapó la verdad: su baja no era más que un disfraz para disfrutar del curso en las montañas. La empresa descubrió que había estado engañando y finalmente fue despedida nuevamente por abuso de confianza y violación del contrato laboral.
Las cosas no terminaron ahí; incluso contrataron a un detective privado que verificó cómo durante cinco días ella estaba inmersa en actividades teórico-prácticas sobre montañismo en Ojedo. Ante esta evidencia irrefutable, tanto ella como su empleador terminaron enfrentándose ante los tribunales debido a las diferencias surgidas tras el despido.
Al final del juicio, el tribunal sentenció que no hubo represalias contra la trabajadora: “Consta una actitud correcta y flexible del empresario”, señalaron claramente. Una lección más sobre cómo las mentiras pueden llevarnos por caminos inesperados… ¡y costosos!