La comunidad científica da un gran salto adelante con la reciente autorización del primer ensayo en humanos de un chip cerebral que promete recuperar la capacidad de hablar para aquellos que sufren de parálisis cerebral. La empresa Paradromics, conocida por su innovación en el campo de las interfaces cerebro-computadora, ha recibido luz verde para probar su dispositivo Connect-One. Esta noticia, sin duda, despierta una mezcla de esperanza y curiosidad en muchos.
El estudio, programado para iniciar en el primer trimestre de 2026, comenzará con dos participantes que enfrentan serias dificultades para comunicarse. Pero lo más emocionante es que si los resultados son positivos, podrían incluirse hasta diez personas más. Este avance no solo marca un hito para Paradromics, sino también una competencia directa al gigante Neuralink de Elon Musk.
Un viaje hacia la comunicación
El implante Connect-One está diseñado con más de 400 electrodos, tan pequeños como 40 micras y fabricados en platino e iridio. Estos minúsculos dispositivos se colocan sobre la superficie del cerebro y captan las señales neuronales responsables del habla. ¿Y cómo funciona todo esto? Las señales se envían a un transceptor ubicado en el pecho del paciente y luego a un ordenador externo. Allí, modelos de lenguaje e inteligencia artificial trabajan para convertir esos patrones cerebrales en voz sintetizada o texto.
No estamos hablando solo de tecnología; estamos ante una posible revolución en la vida diaria de muchas personas. Los participantes intentarán pronunciar frases mientras el sistema les muestra las palabras o las transforma automáticamente en voz. En pruebas preliminares ya se demostró que este chip puede registrar señales reales del cerebro, lo cual es muy prometedor.
A medida que avanzamos hacia esta era tecnológica donde la conexión entre nuestra mente y máquinas se vuelve cada vez más estrecha, no podemos evitar sentirnos emocionados por lo que esto significa para tantas vidas afectadas. Paradromics tiene planes ambiciosos y espera realizar otro ensayo clínico con implantes permanentes a finales de este año. La posibilidad de utilizar múltiples chips en un mismo cerebro abre aún más puertas hacia nuevas esperanzas.

