Hoy, los astronautas de la misión Shenzhou-20 están a punto de regresar a la Tierra, pero no sin un pequeño contratiempo: lo harán en una nave de emergencia. La cápsula original quedó fuera de juego debido a problemas técnicos que no garantizaban un descenso seguro. Pero, ¿quiénes son estos valientes taikonautas? Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie han estado más de seis meses flotando en órbita, llevando a cabo experimentos y desafiando los límites del conocimiento humano.
Un regreso lleno de incertidumbres
La situación era crítica. El regreso estaba planeado para diciembre, pero un posible choque con fragmentos de basura espacial obligó a retrasar todo. Tras exhaustivas evaluaciones, se decidió que la tripulación debía volver hoy 14 de noviembre utilizando la cápsula Shenzhou-21, acoplada a la estación Tiangong como su vehículo de rescate.
Los equipos de rescate ya están listos en el campo de Dongfeng (Mongolia Interior) para recibirlos con los brazos abiertos. Sin embargo, este retraso también ha afectado el calendario habitual de misiones espaciales chinas; la próxima misión, Shenzhou-22, tendrá que esperar hasta que todo esté bajo control.
A medida que observamos cómo se desarrollan estos eventos desde nuestro rincón del planeta, nos preguntamos: ¿qué significa realmente tener una estación espacial operativa por más de diez años? Puede que pronto sea nuestra única ventana al cosmos si la Estación Espacial Internacional se retira tal como está previsto. Una vez más, China demuestra su ambición y determinación en el espacio mientras nosotros seguimos atentos desde aquí.

