Durante las últimas semanas, he estado a fondo con los nuevos iPhone 17 y iPhone 17 Pro Max. Y la verdad es que, si bien puede que no haya una revolución como algunos esperan, sí hay una evolución que se siente en cada detalle. Este año, Apple ha decidido abandonar el titanio en sus modelos Pro y ha optado por un diseño unibody de aluminio. Puede parecer un retroceso, pero permíteme explicarte por qué no lo es.
Un cambio que se nota
El aluminio ayuda a disipar mejor el calor, lo que significa que el iPhone 17 Pro Max no se calienta ni siquiera durante largas sesiones de grabación o fotografía. Además, su nueva forma proporciona una sensación más sólida y cómoda al tacto. Personalmente, me gusta más este nuevo acabado porque parece menos resbaladizo.
No puedo pasar por alto la pantalla; finalmente tenemos esa tasa de refresco de 120 Hz en el modelo base. Esos pequeños detalles hacen que todo fluya mucho mejor. Pasar de una app a otra ahora es como deslizarse sobre mantequilla. En cuanto a la cámara, he notado mejoras significativas en las fotos: los colores son más naturales y nítidos sin parecer exagerados.
A medida que nos acercamos al Black Friday, muchos se preguntarán si dar el salto a estos nuevos modelos merece la pena. Si estás considerando cambiar tu viejo iPhone o incluso pasarte a uno nuevo, mi experiencia puede ayudarte. Tanto el iPhone 17 como el Pro Max tienen características sobresalientes que pueden justificar esa inversión.
Aunque aún hay puntos débiles como la inteligencia artificial o la carga ultrarrápida—que sigue siendo algo lenta comparada con otras marcas—la realidad es que estos nuevos iPhones ofrecen mucho más de lo esperado para quienes buscan un teléfono versátil y eficaz.

