La reciente decisión de la administración Trump ha dejado a muchos en estado de shock. Sí, amigos, han eliminado dos instrumentos cruciales del programa GeoXO de la NASA, y esto no es solo una cuestión técnica; es un asunto que puede poner en jaque toda nuestra comprensión del clima. Todo empezó cuando Trump decidió dar prioridad a misiones espaciales más llamativas, como volver a la Luna o explorar Marte, dejando en un segundo plano lo que realmente importa: nuestra Tierra.
Un recorte alarmante
Imagínense por un momento: mientras el mundo se enfrenta a fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes, el presidente parece querer barrer bajo la alfombra los datos sobre contaminación terrestre y calidad del aire. Según The Washington Post, este recorte pone en peligro las mediciones vitales que necesitamos para prever huracanes o cambios bruscos en las temperaturas. ¿Realmente vamos a tirar eso a la basura?
Los científicos están preocupados y tienen motivos para estarlo. La comunidad científica advierte que perder estos datos podría ser desastroso para nuestros futuros pronósticos meteorológicos. Con el aumento de gases de efecto invernadero debido a nuestras propias acciones, medir el dióxido de carbono se convierte en una necesidad imperiosa si queremos entender cómo afectará al clima.
Así que, mientras algunos miran hacia el espacio buscando hazañas grandiosas, otros nos preguntamos: ¿qué pasará con nuestro hogar? Es fundamental mantener esos satélites que nos ayudan a anticipar desastres naturales y cuidar nuestro entorno. En fin, esperemos que alguien escuche antes de que sea demasiado tarde.