El universo siempre nos sorprende, y esta vez ha sido el cometa interestelar 3I/ATLAS el que ha encendido la chispa de la controversia. Detectado por un telescopio de la NASA en Chile, este objeto ha llevado al astrofísico Avi Loeb a plantear una teoría que deja a muchos con la boca abierta: podría tratarse de una nave alienígena. Pero no todos están tan convencidos; la NASA defiende que es un simple cometa natural.
Un descubrimiento inesperado
Estamos en una década marcada por lo extraño, y ya le faltan pocos ingredientes para convertirse en una auténtica película de ciencia ficción. Loeb, profesor en Harvard y conocido por sus audaces hipótesis sobre vida inteligente más allá de nuestro planeta, asegura que tenemos algo fuera de lo común acechando cerca de nosotros.
Toda esta historia comenzó hace un mes cuando un potente telescopio terrestre detectó movimientos inusuales en el espacio. La NASA comunicó que había descubierto el 3I/ATLAS, considerado el tercer objeto procedente del espacio exterior que observamos hasta ahora. Su trayectoria hiperbólica sugiere su origen interestelar, pero ¿es realmente un cometa? Aquí es donde las opiniones se dividen.
Avi Loeb no es nuevo en esto; ya había saltado a los titulares con Oumuamua en 2017 y ahora repite su jugada con este nuevo visitante cósmico. En su último estudio, argumenta que el 3I/ATLAS podría ser tecnología avanzada creada por alguna civilización alienígena debido a ciertas características peculiares como su alineación casi perfecta con el plano solar o la falta total de actividad cometaria. Es decir, no emite gas ni polvo como cabría esperar.
Incluso se atreve a sugerir que podría tener métodos sofisticados para alterar su trayectoria e incluso liberar sondas al acercarse a planetas. Aunque reconoce que lo más probable es que sea solo un objeto natural, insiste en que debemos estar abiertos a todas las posibilidades; ¿y si estamos ignorando señales clave?
Pero mientras Loeb plantea estas ideas intrigantes, la NASA mantiene los pies en la tierra. Para ellos, 3I/ATLAS es simplemente otra bola de hielo y roca cruzando nuestro sistema solar como otros antes. Con una coma y posible cola visibles desde la Tierra, aseguran que no hay evidencia alguna de un origen artificial.
A pesar del debate encendido entre científicos y entusiastas del espacio, parece claro: no hay riesgo de colisión con nuestro planeta; este cometa pasará bastante lejos de nosotros.